viernes, 13 de noviembre de 2009

¿Te imaginas a Peter Falk en " una de terror "? pues... aquí lo tienes.

" La dimensión desconocida: La imagen en el espejo ": 1/3


" La dimensión desconocida: La imagen en el espejo ":2/3


" La dimensión desconocida: La imagen en el espejo ": 3/3

El coche de " COLOMBO ".






Levinson y Link, los autores, decidieron en 1971 que Columbo debía ser dueño de un desvencijado auto que se asemejase a su personalidad. Falk se resistió a la idea en un principio, puesto que el personaje ya tenía a la esposa (que nunca aparece), el cigarro y el impermeable sucio. Creyó que ya eran suficientes artificios para su personaje, pero aún así se dejó convencer por la idea. Se dice que el actor recorrió el lote de automóviles de la Universal, donde se podía encontrar todo tipo de modelos, pero no se vio atraído por ninguno. Fue un día antes de comenzar a filmar el episodio Death Lends a Hand que Falk lo vio: "Vi la trompa de un auto sobresaliendo, ese era el auto", según dijo. A partir de ese momento el auto de Columbo fue como si fuese un actor secundario. El auto era un Peugeot 403 convertible modelo 1959 (del que solo se construyeron 504 en Francia) y la producción de Falk consiguió otro igual que se dejó como repuesto. Aparece en la mayoría de los episodios y en dos oportunidades se vio envuelto en accidentes, aunque en la mayoría cubre la cuota de humor con simpáticos diálogos alrededor de la opinión de distintos personajes sobre el auto. Luego de que Columbo fue cancelada en NBC, Falk quedó convencido de que el auto fue resguardado en el depósito de Universal donde el actor lo vio por vez primera. Pero una década después, cuando ABC anunció que los planes de revivir la serie, Link descubrió que Universal había vendido la máquina. Pronto apareció gente que clamaba tener el original en Florida y San Diego, pero luego de una rápida búsqueda, el vehículo fue encontrado en Ohio.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Mi particular adiós a Michael Jackson (publicado en el foro del Canal de Cine TCM el 27 de Junio de 2009)

Artículo escrito por Eva Castillo Carón.

Es verdad que todos tenemos que "desaparecer" un día u otro, pero no vamos a negar la evidencia de que determinados seres, aquellos que parecen haber venido a éste mundo con la misión de aportar algo inborrable, eterno, parecen igualmente predestinados o no marcharse nunca.

Hablar de Michael Jackson es hablar de música, de ritmo de ARTE, ese Arte que solo puede escribirse con mayusculas, ese que nace con cada uno de éstos elegidos y parece desaparecer con ellos, Michael no cantaba, no bailaba, prestaba su cuerpo a la música para que ella hablara a través de él.

Me niego a creer que alguien así haya partido de éste mundo simplemente porque llegó su hora, quizá su "adiós" es algo temporal y sea ahora otro lugar el que esté gozando con su movimiento contoneante y provocativo, ese movimiento, ese ritmo, ese ARTE reservdo a unos pocos

martes, 10 de noviembre de 2009

Michael Jackson abrió Neverland para una española. Nati Cañada, es una pintora aragonesa, natural de Oliete.






“Me pareció una persona frágil y muy educada. Tenía ese punto diferente característico de los grandes artistas. Hay mucha gente que lo definía como un hombre extravagante pero considero que esas peculiaridades tenían que ver con su genialidad. Conmigo fue muy agradable y detallista. Me invitó a su rancho de Neverland y realmente para mí fue una experiencia única”, explica a Vanitatis la pintora Nati Cañada, la única española que ha tenido relación directa con el desaparecido 'rey del pop'.

“A través de un amigo suyo, el doctor Hoefflin, contactó conmigo. Vio su retrato, le preguntó que quién lo había realizado y le dijo que si era posible que le pintara a él. Y yo, encantada. Era un personaje con una imagen pública sorprendente y, por lo tanto, sentía una gran curiosidad por conocerlo personalmente”.

En este caso, el interés de Nati no tenía que ver con la mitomanía, sino con la simple intriga. Cañada tiene un currículo lo suficientemente importante como para no dejarse impresionar por los grandes divos. Además de a la Familia Real española al completo, ha pintado a otros coronados y a personalidades nacionales e internacionales del mundo de la cultura, el arte, la ciencia y la política.

“Pintar a Michael Jackson no fue ningún reto. No me impuso nada. Ni colores, ni posturas, ni nada de nada. Se quedó encantado con mi interpretación y quiso que le explicara el porqué de cada detalle. Estaba muy interesado con mi trabajo y las técnicas que utilizaba”. Cuenta que se encontró con una persona distante “pero no altiva. Es decir, su lejanía tenía que ver con su timidez y con esa ausencia que acompaña a los superdotados y que los hace diferentes”.

La pintora relata que no tuvo problemas en sus encuentros. “Las dos veces que estuve con él me saludó tanto a la llegada como a la salida con un apretón de manos. No iba enguantado e incluso cuando nos fotografiaron juntos. Él puso una mano sobre mi hombro”.

La pintora aragonesa forma parte del selectísimo grupo de elegidos que han disfrutado de su hospitalidad. “Me invitó a su mansión de Neverland y realmente era un lugar donde sentí una energía muy positiva. Él no estaba, pero dejó todo dispuesto para que me encontrara cómoda”. Llegó al rancho y la recibió una relaciones públicas que la llevo hasta el parque de atracciones. “Me dijeron que el patrón -así lo llamaban- había ordenado que todo estuviera abierto y funcionando”. Y la pintora se encontró como usuaria única.

“Había un tren azul que recorría las instalaciones, caballitos, coches de choque, balancines y hasta un kiosco de palomitas como en los parques de verdad. Y todo perfecto como en Disneyland. Nada fuera de su sitio. Los macizos, sin flores ni hojas marchitas y todo recién regado. Resultó una vivencia muy especial”.

Después visitó la residencia y almorzó también sola. “Me hicieron pasar al comedor y aparecieron tres cocineros con sus gorros blancos que me preguntaron qué quería comer. Y me ofrecieron una amplia carta. Elegí un arroz con camarones y verduras y un postre que no recuerdo”.

Fueron tantas las emociones, que al cabo del tiempo se quedó con lo esencial. Y lo esencial fue también el recorrido turístico por las habitaciones de Neverland. Primero le mostraron un salón lleno de esculturas de mármol y antigüedades que impactaron a la pintora. Después, los cuartos infantiles: uno lleno de juguetes exclusivos para niñas con muñecas de porcelana, peluches, vestiditos.. Y la versión masculina con construcciones, mecanos, cochecitos… Cuando finalizó la jornada le entregaron una carpeta con material de escritorio -pegatinas, sobres, papel timbrado…- que Nati Cañada guarda con mucho cariño.

¿ Te imaginas la sorpresa de éstos cantantes japonese cuándo les visitó Michael Jackson?