sábado, 26 de marzo de 2011

Elizabeth Taylor y su gran amigo Michael Jackson : " Sólo un naúfrago comprende a otro."

Artículo escrito por: Eva Castillo Carón.




Cuando era pequeña, en el colegio durante la catequésis, vi un montaje de dibujos animados que nunca he podido olvidar. Desde que lo vi lo he tenido presente en distintos momentos de mi vida, y he comprobado como, a pesar de estar escrito y dibujado con mucho sentido del humor, se ajusta cruelmente a la realidad que hemos vivido, aunque de distinta forma, muchas personas. Se titula "El naúfrago", su argumento es el siguiente:

Un hombre, único superviviente de un naufragio, que llega a una isla desierta y se establece allí viviendo como puede. Un día divisa un barco y enciende fuego para alertar de su presencia, el hombre ve con emoción que el barco se dirige a la isla y piensa que sus problemas han acabado pero... Del barco bajan unos hombres que se interesan más por el terreno de la isla que por el naúfrago. El desesperado intenta explicarles su situación, pero éstos hombres le dicen que trabajan para una inmobiliaria y que les interesa la isla para construir una urbanización, además le aseguran que si los deja trabajar le regalan el ¡PRIMER APARTAMENTO.! Evidentemente esa no era la solución que necesitaba, así que deja trabajar a aquéllos hombres que acaban por irse y el naufrago se sienta de nuevo a esperar.

Ve otro barco y otra vez intenta llamar la atención de sus tripulantes. La nave se acerca a la isla y baja de ella mucha gente con cámaras fotograficas y hablando un idioma extraño que el naúfrago no entiende. Por señas intenta explicarles que necesita salir de allí, pero los turistas insisten en hacerse fotos con él. Cuando acaba de posar junto a todos y cada uno la gente se va, y de nuevo se queda sólo esperando.

Pero otro día quien llega a la isla es otro naúfrago que navega en una humilde balsa hecha con troncos, al encontrarse con el protagonista de ésta historia reconoce que está ante un igual, que necesita lo mismo que él, llegar a la civilización, así que los dos comparten lo que tienen y usando la misma balsa salen de aquél lugar.

Para comprender ésta historia es necesario encontrarse en una situación similar, es necesario anhelar un deseo que no entienden los se acercan a nosotros, es necesario sentirse utilizado como negocio. Ya dije al principio que todos hemos pasado por momentos así en nuestra vida aunque cada uno lo vivimos de distinta forma, sin embargo la experiencia de las personas más famosas del planeta, más admiradas, suele ser un ejemplo perfecto. Tanto Michael como "Lizi" supieron de ésta amarga verdad, uno y otro fueron "naúfragos" que oteában el horizonte en busca de una solución a su soledad, por eso ambos se encontaron y se acompañaron durante "toda la travesía", hasta llegar a un puerto civilizado en el que juntos descansan en paz.